CHOCOLATE CALIENTE Y PAN
Para celebrar al sagrado corazón
La Madre Catalina era gran devota del Sagrado Corazón de Jesús, y consideraba que el chocolate era un alimento para celebrar y regalar, por lo que lo ofrecía como gesto de cercanía que genera alegría y puede modificar el ánimo del destinatario.
También se convirtió en un símbolo en los colegios de las Hermanas Esclavas, que orientan su misión bajo el legado de la beata, donde cada año, para la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, lo celebran con una gran “chocolatada”, una jornada que exalumnos recuerdan de manera especial.
En sus celebraciones y convocatorias, las Hermanas Esclavas suelen destacar que el chocolate “abre puertas, despierta sonrisas, acorta distancias y entibia el corazón”.
